Las presas cordobesas no tienen módulo terapéutico para toxicómanas, tampoco tienen unidad de madres, por lo que si tienen hijos menores de 3 años y quieren vivir con ellos, deben trasladarse a las prisiones que tengan este recurso (en Sevilla o Granada). En ese caso estarían con sus hijos pero más lejos del resto de sus familiares. Ni siquiera pueden pasar una noche en la enfermería porque carecen de una propia.
Las presas de Córdoba no están separadas según el grado penitenciario que estén cumpliendo porque hay un «único» módulo para ellas. Esto «genera numerosos problemas», según dictamina el informe. No obstante, la situación de las reclusas cordobesas es similar al resto de Andalucía, aunque cada uno de los doce centros presenta sus propias deficiencias.
Andalucía ocupa el primer lugar en población penitenciaria: más de 13.000 personas, de las cuales sólo 1.152 son mujeres (104 en Córdoba). Una cifra que no deja de crecer: baste decir que en 1985 había en España 1.004 presas, frente a las 4.719 de 2005.
www.20minutos.es.- (M. HERRERA / I. MARZO).-