Hoy, «el banquero de los pobres» dirige el Grameen Bank y su sitema de préstamos ha sido adoptado por un sinfín de organizaciones que lo aplican en los países en vías de desarrollo. Durante su última estancia en Madrid, nos explicó cómo los microcréditos habían cambiado la vida de millones de personas. «El 56% de nuestras prestatarias ya viven por encima del umbral de la pobreza» afirmó «¿por qué vamos a esperar a que los gobiernos hagan algo si podemos hacerlo nosotros?.» Su sistema de microcréditos elige a sus clientes de entre los más pobres, prima a las mujeres y no requiere avales, firmas, papeles, ni sedes físicas. Se basa únicamente en la palabra dada y se traslada allí donde le necesitan.
- Mohammed Yunus y Macarena Céspedes, responsable de comunicación de Plan España
Hace ocho años la Cumbre de Washington se marcó un objetivo: cien millones de familias con acceso a los microcréditos. En 2005, Año Internacional del Microcrédito, esta cifra ya se había alcanzado. El siguiente reto, para el año 2015, según Dealey Harris, director de la campaña, es acabar con la pobreza. 1.200 millones de personas que viven con menos de un dólar al día comparten esta esperanza.
La reina de España, Doña Sofía, es una de las fervientes seguidoras de Mohammed Yunus en su crazada contra la pobreza. Desde el año 1998 es copresidenta de honor de la Campaña Mundial para el Microcrédito. «Lo que fascina a Doña Sofía -afirma Yunus- es mi convicción de que el poder es de los pobres, y que la gente no tiene carencias, sino posibilidades.» Apoya constantemente nuestro trabajo.«Cuando Yunus habla de»nuestro trabajo«se refiere a una revolución que empezó hace casi treinta años con esos treinta dólares. El Banco Grameen, el banco de los pobres se ha erigido en una contra institución financiera dirigida sobre todo a las mujeres, el 96% de sus clientes, y con un lema que resulta toda una declaración de principios:»Si tienes poco, te prestamos atención; si no tienes nada, te prestamos mucha más atención." Desde entonces, el Banco Grameen ha repartido pequeños créditos a bajo interés por más de 4.000 millones de euros. Todos eficaces, algunos invisibles y otros tan mediáticos como Fashion for development, el proyecto con el que la ex modelo bengalí Bibi Russell da trabajo a 30.000 costureros bengalíes. La tasa de devolución es del 99% y el segmento al que se dirige ahora es el de los mendigos, a los que el Banco Grameen propone que, además de pedir, vendan alimentos y artículos de primera necesidad en aldeas generalmente incomunicadas. Reciben préstamos de nueve dólares, que muchas veces suponen la diferencia entre la indigencia y la supervivencia.
El modelo no sólo se ha exportado, sino que el Grameen ha creado un fideicomiso que desde el año 1998 apoya a 121 organizaciones réplica en todo el mundo. En Bangladesh, el país de origen de Mohammed Yunus, es donde los microcréditos han alcanzado un mayor auge. Uno de los negocios más sencillos son los desempeñados por las «lady phone». Hay más de 80.000. Los préstamos que solicitan se destinan a la compra de un teléfono móvil. Quien quiere localizar a alguien de la zona llama a su móvil, ellas caminan hasta la aldea en la que vive el destinatario de la llamada y le cobran una pequeña cantidad por usar su teléfono.